Reseña histórica de la lEC

En nuestro país el “congregacionalismo” está representado principalmente por la Iglesia Evangélica Congregacional en la Argentina (I.E.C), denominación que si bien no se ha extendido en la medida en que lo han hecho otras manifestaciones protestantes, no obstante tiene en la actualidad iglesias o congregaciones tanto en su principal “zona de influencia”, como lo es la provincia de Entre Ríos, así como en provincias vecinas o cercanas: Corrientes, Misiones, Chacho, Formosa, Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba.

Por lo que hace a la denominación que nos ocupa, “La congregación de la Aldea San Antonio, es la iglesia madre de toda [la Iglesia Evangélica Congregacional] en Sud América”, según indica el informe sobre esa iglesia en dicha localidad.

A comienzos de la década de 1920, más específicamente en el año 1922, los creyentes de Aldea San Antonio, por sugerencia de parientes y amigos que, desde el Volga habían emigrado a lo EE.UU, iniciaron contactos con la IEC de dicho país.

De esta manera, en 1924 llegó a Entre Ríos el misionero John (Juan) Hölzer, comisionado por los dirigentes de la misma iglesia norteamericana, con el objeto de realizar un sondeo y organizar las primeras congregaciones, siguiendo instrucciones de la “Conferencia de Illinois”. Para ello, el Pastor Hölzer se estableció en Urdinarrain, y seguidamente se encaminó a San Antonio donde, de común acuerdo con los dirigentes de la Iglesia ya existentes, dio los pasos necesarios para incorporarla como integrante de la “IEC de los EEUU”.

Esta integración se formalizó el 29 de junio de 1924, cuando en una Asamblea Extraordinaria, las congregaciones entrerrianas que se habían agrupado (6) en ese momento, tomaron la decisión de adherirse a la Iglesia de referencia en los EEUU. Al comienzo, “fue tan grande el crecimiento de los años posteriores a ese principio, que en 1937 se contaba ya con 35 congregaciones atendidas por 5 pastores”.

Con todo y en honor a la verdad, es justo tener presente que varias de las congregaciones que pasaron a integrar la naciente IEC en Argentina, incluida la de Aldea San Antonio, ya existían con anterioridad algunas en forma independiente, y otras vinculadas a diversas denominaciones de origen alemán.

Argentina fue el segundo campo misionero de la IEC norteamericana, siendo el primero Canadá. Según Chrystal, en 1921 “cuatro iglesias argentinas solicitaron urgentemente a George Geier, quien las estaba sirviendo, que se les otorgara reconocimiento congregacional”. Agrega el mismo autor que, a pesar de la oposición del S.E.A.R.P., dependiente del SÍNODO de Missouri, la misión siguió creciendo. “Ya para 1937 se habían establecido 36 iglesias con un total de 30.015 miembros”. Concluye Chrystal expresando que la Iglesias Congregacionales de América del Sur, “al igual que sus primas norteamericanas, se han adaptado a la cultura que las rodea”.

Se organiza entonces la Iglesia como tal, en la primera Asamblea General Ordinaria realizada en Urdinarrain (Entre Ríos), del 4 al 7 de Marzo de 1.937, sancionándose el primer proyecto de estatutos preparado por el Superintendente, Pastor Federico Guillermo Gross y el Pastor Christian Jorge Kuhn.

La aprobación de los Estatutos por parte del Gobierno de la Provincia de Entre Ríos, otorgando a su vez Personería Jurídica a la Iglesia, fue concedida por Resolución Nº 395 el 21 de Abril de 1.942. Después la Asamblea, en los años 1.947 y 1.948, aprobó leves cambios a los Estatutos, llevándose a cabo luego una reforma más importante aprobada por Asamblea General Extraordinaria del 30 de Septiembre de 1.951, en Seguí, Entre Ríos.

Un nuevo Proyecto de reforma de Estatutos presentado a la Asamblea General Ordinaria los días 22 al 24 de Marzo de 1.968, que fue aprobado por unanimidad.

La aprobación de los Estatutos por parte del Superior Gobierno de la Provincia de Entre Ríos fue resuelta por Decreto Nº 910 del Ministerio de Gobierno de Justicia y Educación, con fecha 2 de Abril de 1.969.

La última reforma a los Estatutos de la Institución se llevó a cabo en el año 2008 los cuales siguen en vigencia y dejamos en aun adjunto para su disposición.

Inicialmente las actividades de estos inmigrantes, tanto educacionales como culticas, se llevaban a cabo en su lengua nativa, es decir, en alemán. Con el tiempo, no obstante, y en forma gradual, el idioma importado fue cediendo a la presión de las nuevas generaciones nacidas en el país, hasta que llegó el momento en que comenzó a primar el idioma nacional del país de adopción.

En otro orden, si bien esta denominación está clasificada como “iglesia de inmigración” o “iglesia de trasplante”, en realidad no cabe estrictamente en esta descripción dado que, como hemos visto, la iglesia como tal fue un desarrollo a partir de iglesias existentes (algunas afiliadas a organizaciones eclesiásticas a las que grupos de fieles acudieron en busca de ayuda, y otras totalmente independientes y originadas en el país.

Por otra parte, esta denominación no se ha conformado con servir a las familias de inmigrantes y sus descendientes, sino que entiende que tiene una misión evangelizadora que cumplir, lo cual la ha llevado a su expansión, crecimiento e impacto dentro de los lugares donde está presente.

La Iglesia Evangélica Congregacional cuenta con su Fichero Nacional de Cultos que lleva el número 447 y lleva registradas 100 filiales y muchas más que se encuentran en formación y proceso de registro las cuales llegan a ser aproximadamente unas 150 congregaciones que las podemos encontrar presentes, como se mencionara al inicio en: Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chacho, Formosa, Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba.

También se debe destacar que como parte de la tarea evangelizadora y expansiva de la IEC la denominación logró expandirse hacia el sur de Brasil y de ahí al Paraguay, hoy estas son instituciones independientes de la nuestra.

Nuestra Institución cuenta con su propio seminario de formación Teológica, el cual se encuentra en la ciudad de Urdinarrain, Entre Ríos y la cual en el año 2018 logro el reconocimiento por parte del Ministerio de Educación de la provincia de Entre Ríos para la formación oficial bajo el nombre INSTITUTO SUPERIOR IGLESIA EVANGÉLICA CONGREGACIONAL D-252 y la implementación del Profesorado en Ciencias Sagradas, bajo resoluciones 1673/18 y 2680/18 del Consejo General de Educación de la Provincia de Entre Ríos. Además, el Instituto brinda otras capacitaciones relacionadas a la labor pastoral y teológica.

Además del crecimiento en cuanto a congregaciones en el país, la IEC cuenta con dos escuelas, una de ellas en la localidad de Maciá, Entre Ríos que lleva el nombre de Instituto Wesley abocado a la formación inicial y primaria. Y otra en la localidad de Dos de Mayo, Misiones, llamado Instituto San Pablo, abocado a la formación inicial, primaria y secundaria.

Destacamos la labor que la IEC realiza con niños, mujeres, jóvenes, matrimonios, varones, tratando de cubrir las necesidades espirituales y de formación de todas las áreas posibles.

También debemos destacar que la IEC a través de sus congregaciones y pastores siempre se ha visto involucrada en la tarea de acción social y solidaria frente a las diversas necesidades presentes en los contextos de los cuales son parte.

Una de los grandes avances que hemos conquistado como Iglesia es el reconocimiento del lugar de la mujer dentro del cuerpo pastoral. Por lo cual, desde el año 2015 la Iglesia Evangélica Congregacional ordena también a mujeres al ministerio pastoral.

La IEC también ha formado lazos de conexión con otras denominaciones, por ello es que también forma parte de ACIERA (Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas de la República Argentina). Además, algunos de los pastores que integran el cuerpo pastoral de la IEC forman parte de otros entes como ser: Mesa Federal de Pastores, APER (ASOCIACIÓN DE PASTORES DE ENTRE RÍOS) y demás.

Estos cien años de Historia que han transcurrido, nos llenan de orgullo y al mismo tiempo de responsabilidad, ya que como reza el lema que hemos adoptado para este año: “Cien años Anunciando las Buenas Nuevas” nos habla de un camino recorrido, pero de un largo camino que aún nos resta anunciando las buenas nuevas de salvación a toda la humanidad.